Dios no está decepcionado de ti… pero alguien quiere que lo creas 🙁

¿Sientes que Dios ya se cansó de ti?

Has caído una y otra vez. Te prometiste que no volvería a pasar, pero pasó. Te levantas, oras, pides perdón… pero la culpa sigue ahí.

Tal vez has pensado:
"Dios ya debe estar harto de mí."
"Seguro que me mira con decepción."
"Después de tantas veces fallando, ¿todavía me querrá cerca?"

Si has sentido esto, quiero que leas con atención lo siguiente: Dios NO está decepcionado de ti.

Él no se ha cansado de ti.
Él no te ha descartado.
Él no ha cambiado de opinión sobre ti.

Lo que sientes es culpa, pero no la clase de culpa que viene de Dios. Es la culpa que el enemigo usa para mantenerte lejos de Él. Y hoy es el día en que esa mentira se rompe.

Dios no solo te perdona, también te transforma

El enemigo quiere que creas que Dios ya no te quiere cerca, pero la Biblia nos muestra otra realidad: Dios no solo te perdona, sino que también te santifica y transforma.

La culpa puede ser una herramienta poderosa para hacernos reflexionar y cambiar… pero también puede convertirse en una prisión.

Convicción vs. Condenación: No confundas la voz de Dios

La convicción de Dios te muestra dónde te equivocaste, pero te impulsa a regresar a Él y a cambiar (Hebreos 12:6-11).
La condenación del enemigo te dice que ya no tienes esperanza y que es mejor que te alejes.

¿Y sabes qué es lo más irónico? Que el enemigo no solo quiere que peques, sino que después de caer, te escondas de Dios y creas que no puedes levantarte.

Génesis 3:10 nos muestra esto claramente. Después de pecar, Adán le dijo a Dios:

"Te oí en el huerto y tuve miedo porque estaba desnudo; por eso me escondí."

El pecado lo hizo esconderse… pero Dios lo siguió buscando.

Dios sigue buscándote a ti también.

El Dios que te restaura, no que te descarta

Tal vez piensas que Dios solo usa a los perfectos. Que aquellos que han caído muchas veces ya no tienen oportunidad.

Pero la Biblia está llena de historias que prueban lo contrario:

📖 Jonás desobedeció y huyó… pero Dios lo restauró y lo usó para traer avivamiento a Nínive.
📖 Pedro negó a Jesús tres veces… pero Jesús lo restauró y lo convirtió en líder de la iglesia primitiva.
📖 David cayó en pecado… pero Dios lo llamó ‘un hombre conforme a Su corazón’.

Si Dios no descartó a ellos, ¿por qué piensas que te descartaría a ti?

Uno de los versículos menos citados, pero más poderosos sobre la misericordia de Dios está en Miqueas 7:18-19:

"¿Qué Dios hay como tú, que perdona la maldad y olvida el pecado del remanente de su heredad? No siempre estarás airado, porque tu mayor placer es amar. Volverás a compadecerte de nosotros; pisotearás nuestras iniquidades y arrojarás a lo profundo del mar todos nuestros pecados."

Dios no solo te perdona… Él disfruta hacerlo. Pero también anhela transformarte y moldearte a la imagen de Cristo (Romanos 8:29).

Rompiendo el ciclo de culpa y vergüenza

Si la culpa te ha mantenido lejos de Dios, hoy es el día para romper ese ciclo. Aquí hay tres pasos para vencer la culpa y avanzar:

1️⃣ Reconoce la mentira y cámbiala por la verdad

Cuando la culpa diga: "Dios está decepcionado de ti."
Responde con la verdad:
"El Señor es clemente y compasivo, lento para la ira y grande en amor" (Salmo 145:8).

Dios no te rechaza, pero como Padre amoroso, sí disciplina a sus hijos para hacerlos crecer en santidad (Hebreos 12:6-11).

2️⃣ Acércate a Dios, no huyas de Él

Si Adán no se hubiera escondido, habría experimentado la gracia de Dios más rápido. No permitas que la vergüenza te mantenga lejos.

📖 "El Señor está cerca de los quebrantados de corazón, y salva a los de espíritu abatido." (Salmo 34:18)

Si te sientes roto, Dios está más cerca de lo que piensas.

3️⃣ Arrepiéntete y camina en restauración

La tristeza por el pecado no es suficiente. Dios no solo quiere que reconozcas el error, sino que te levantes y sigas adelante con un corazón arrepentido.

📖 "La tristeza que proviene de Dios produce el arrepentimiento que lleva a la salvación y deja sin pesar, pero la tristeza del mundo produce la muerte." (2 Corintios 7:10)

Dios NO está decepcionado de ti. Él sigue esperando que regreses y transformando tu vida día a día.

Dios NO está decepcionado de ti. Él sigue esperando que regreses.

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